Muerte, expulsión, tortura, dolor, detención arbitraria…, poco más pueden esperar del futuro próximo los palestinos, que nunca, desde 1948, han tenido más lejos la posibilidad de vivir en paz en un Estado soberano.
Israel, con la complicidad de Washington, y la tolerancia de otros países occidentales y del mundo árabe, está decidido a hacer de esta contienda la oportunidad histórica con la que extender su territorio desde el Jordán al Mediterráneo.
Nadie recuerda ya la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU, del 22 de noviembre de 1967, que exige la devolución de los territorios ocupados por Israel. Ha comenzado la segunda nakba.
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