Benjamín Montesinos
Centro de Astrobiología (CAB) CSIC-INTA
Hasta hace pocos años la luz era el único medio que teníamos los astrónomos para estudiar el cosmos. Salvo el estudio de los meteoritos, las rocas lunares, o las muestras de asteroides que han podido analizarse in situ en laboratorios, o de algunos objetos del sistema solar con sondas robóticas, todo el conocimiento del universo, cercano o lejano, se ha hecho a través de observaciones en todos los rangos del espectro electromagnético. Recientemente se ha abierto otra ventana fascinante: la detección de ondas gravitatorias, que ofrecen una visión complementaria y proporcionan información de fenómenos muy energéticos difíciles o imposibles de detectar de otra forma. En esta charla haremos un repaso de cómo estudiamos el universo usando tanto la luz como las ondas gravitatorias.
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