Conferencia: Estudio de "La Última Cena" de Leonardo da Vinci

Evento

Título:
Conferencia: Estudio de "La Última Cena" de Leonardo da Vinci
Cuándo:
Vie, 22. Enero 2016, 19:00 h - 21:00 h
Dónde:
Centro Cultural "Adolfo Suárez", Auditorio - Tres Cantos, E
Categorías:
Artes plásticas, Conferencias, Vídeo, Presentación
Conferencia: Estudio de


Información del ponente

Nombre:
Eduardo Sánchez Alonso
Posición:
Profesor Historia del Arte del IES María Zambrano, Leganés

Descripción del evento

Nota: Esta conferencia se complementa con la Exposición que se exhibe en la Sala Van Drell del 16 al 23 de enero)

La última cena  es una pintura mural original de Leonardo da Vinci ejecutada entre1495 y 1497, se encuentra en la pared sobre la que se pintó originariamente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie en Milán (Italia), declarado Patrimonio de la Humanidad por laUnesco en 1980.

La pintura fue elaborada para su mecenas, el duque Ludovico Sforzade Milán. No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido. Mide 460 cm de alto por 880 cm de ancho. Muchos expertos e historiadores del arte consideran a "La última cena" como una de las mejores obras pictóricas del mundo.

 

Vídeo


El profesor Eduardo Sánchez Alonso ha preparado un estudio de detalle de la obra "La última cena" de Leonardo da Vinci que se puede consultar a continuación.

Presentación

Esta presentación en PowerPoint se puede ver en pantalla completa y también descargar, para lo cual hay que pulsar sobre el icono "InSlideshare". Esto nos conduce a la página correspondiente, desde la cual podemos descargar la presentación a nuestro PC.

 

Leonardo creó "La última cena", su mejor obra, la más serena y alejada del mundo temporal, durante esos años característicos por los conflictos bélicos, las intrigas, las preocupaciones y las calamidades.Se cree que en 1494 el duque de Milán Ludovico Sforza, llamado "el Moro", encargó a Leonardo la realización de un fresco para el refectorio de la iglesia dominica de Santa Maria delle Grazie. Ello explicaría las insignias ducales que hay pintadas en las tres lunetas superiores. Leonardo trabajó en esta obra más deprisa y con mayor continuidad que nunca durante unos tres años. De alguna manera, su naturaleza, que tendía hacia el colosalismo, supo hallar en este cuadro una tarea que lo absorbió por completo, forzando al artista a finalizarla.

Esta forma de pintar, tan distinta de la rapidez y seguridad que exige la tradicional pintura al fresco, explican que el pintor optara por una técnica distinta y también que se demorase durante años su acabado.

Cuando acabó, la pintura fue alabada como una obra maestra de diseño y caracterización. La dio por terminada, aunque él, eterno insatisfecho declaró que tendría que seguir trabajando en ella. Fue expuesta a la vista de todos y contemplada por muchos. La fama que el «gran caballo» había hecho surgir se asentó sobre cimientos más sólidos. Desde ese momento se le consideró sin discusión no solo uno de los primeros maestros de Italia sino el primero. Los artistas acudían desde muy lejos al refectorio del convento de Santa María delle Grazie, miraban la pintura con detenimiento, la copiaban y la discutían. El rey de Francia, al entrar en Milán, acarició la idea de desprender el fresco de la pared para llevárselo a su país.

Pronto se puso en evidencia, sin embargo, que nada más acabarse ya empezaba a desprenderse de la pared. Desgraciadamente, el empleo experimental del óleo sobre yeso seco provocó problemas técnicos que condujeron a su rápido deterioro hacia el año 1500 lo cual provocó numerosas restauraciones en la magnífica obra. Leonardo, en lugar de usar la fiable técnica del fresco, que exigía una rapidez de ejecución impropia de él, había experimentado con diferentes agentes aglutinadores de la pintura, que fueron afectados por moho y se escamaron.