LA SONATA CLÁSICA – ESCUCHAR, ANALIZAR Y ENTENDER

La forma o la estructura musical de una obra es una de las cosas más difíciles de entender por los aficionados de la música clásica. Casi todo el mundo puede recordar una o más melodías de sus obras preferidas. Pero estas melodías son parte de una pieza entera y hay que tener en cuenta que todas las obras están organizadas en una estructura predeterminada que nosotros llamamos la forma musical.

Al ver una escultura o al entrar en un auditorio de música la forma se puede ver de inmediato y se puede disfrutar de ella prácticamente en el acto. No obstante, en la música la forma hay que “escucharla” en el tiempo, es decir, durante el tiempo que dure la obra y, una vez que la pieza acaba, hay que sumar y colocar todos los elementos escuchados en una misma estructura.

Quizá, en una primera reflexión, esto parece imposible para un público no especializado en música, pero esta afirmación es totalmente incierta. Todo oyente, independientemente del nivel de conocimientos musicales que posee, es capaz de escuchar, entender y disfrutar de las distintas formas musicales en las que la música clásica se encuadra.

Entre las formas musicales que los aficionados de la música clásica están familiarizados a escuchar con más frecuencia intentaremos explicar la más importante de la música instrumental del clasicismo - la sonata clásica.

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