Tycho Brahe, el más grande observador del cielo.

Cualquier montaña, por pequeña que sea, parece alta cuando está situada en un llano. Toda cumbre, por alta que sea, parece pequeña si está rodeada de alturas mayores. También ocurre eso en la vida de las personas, y en especial, de las que se han dedicado a esa cosa llamada ciencia.

Me gustaría presentar en la conferencia la vida singular de Tycho Brahe, al que la historia quiso situar al lado de personalidades tan gigantescas como Kepler o Galileo, resultando su figura por tanto empequeñecida. Rescatar su biografía, y su trabajo, solo es un acto de justicia. La historiografía sitúa a Brahe en el papel de “precedente”, y confrecuencia le priva de otros atributos, pero cuando cualquier curioso se adentra en su vida sin prejuicios, se encuentra con un documento vivo de la emergente ciencia renacentista.

Danés viajero e inquieto, preocupado por las ciencias de los cielos, conocedor de la obra de Copérnico, vivió́ en el borde de varias culturas a la vez y se preguntó́ por cual seria el significado del movimiento de los astros, para lo cual deseó fundar un observatorio astronómico, el primero en el mundo occidental con rango de institución científica. Su itinerario intelectual y epistémico, merece una atención precisa, tanto como el exigió́ a sus instrumentos para observar el cielo.

El 14 de diciembre del año 1601 fallecía Tycho Brahe en Praga, corte del emperador Rodolfo II de Habsburgo. Brahe murió́ con la fama de ser un gran conocedor de los cielos. Poco antes de esa fecha, él mismo había escrito un documento, bosquejo de su autobiografía, de unos miles de palabras. En una época donde las biografías literarias eran un género muy incipiente, ese documento llegó a manos del filósofo Pierre Gassendi, que lo tomó como base para escribir el primer apunte biográfico de Tycho Brahe, aparecido en 1654, con un título elocuente: Tychonis Brahei, Equitis Dani, Astronomomm coryphaei, Vita (Vida de Tycho Brahe, Caballero danés, corifeo de los astrónomos, hoy traduciríamos corifeo por líder). Solo tres años después, Gassendi lo incluyó entre las diversas biografías que escribió́ de astrónomos como Copérnico, Regiomontano o Peuerbach. El sacerdote y filósofo francés, recuperó abundante información que solo se había transmitido de forma oral entre los amigos y familiares de Brahe; tuvo oportunidad de hablar con algunos de sus descendientes, quienes le dieron la pauta de la imagen pública que el astrónomo danés proyectaba en la sociedad centroeuropea culta en el momento de su muerte y en las décadas inmediatamente posteriores.

Partiendo de esa documentación, realizaremos un itinerario de la vida y obra de Tycho Brahe, siguiendo el rastro de su máximo interés: el de la precisión de las mediciones astronómicas.