Constantino ocupa una posición privilegiada en la historia, pues marca el inicio del triunfo del cristianismo sobre el paganismo y la transformación del Imperio romano en un Estado cristiano. El claro favor del emperador hacia la religión cristiana supuso una profunda transformación en la sociedad de la época. A ello contribuyeron la plena integración de la Iglesia en la estructura estatal, los privilegios concedidos al clero y la evergesía imperial. En esta conferencia nos vamos a centrar en el análisis de tres fenómenos que coadyuvaron en la configuración de una nueva sociedad, a partir del siglo IV. Nos referimos a la destrucción y ocupación de los espacios sagrados, el monacato y el culto a los mártires.
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