Conferencia en Abierto. Qué es una Vivienda Social y cuál debería ser la política de acceso

Una de las consecuencias menos estudiadas de la Revolución de 1789 fue aceptar que la ciudad dejara de ser competencia exclusiva de la Corona pasando, en el primer tercio del XIX, a ser gobernada por la nueva clase burguesa descrita por Kracauer en su “Paris de Offenbach”.

En la España de las desamortizaciones, en los primeros momentos de la industrialización, ante una población que abandonaba el campo -entendiendo que al trasladarse a los grandes núcleos urbanos su vida iba a mejorar- quienes gestionaban aquellas se plantearon una singular disyuntiva: bien forzar a la nueva población a ocupar zonas precisas, preservando lo que hasta entonces había sido la ciudad histórica en manos de sus antiguos propietarios (es decir, planteando una zonificación de uso) o, por el contrario, fomentando que los antiguos propietarios de la ciudad  abandonaran sus viejos caserones, asentándose -en la operación urbanística que denominamos como “los ensanches decimonónicos”- en una ciudad cerrada.

Fuera una u otra la solución adoptada, quedó claro que los dos grandes problemas que -desde el siglo XIX- caracterizarían a la ciudad- habían sido ya definidos: la gestión de la ciudad y cual, a su vez, la opción dada a quienes -habiéndolo abandonado todo- reclamaban una vivienda higiénica y económica.  

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